Morteros en nuestra ciudad

Hemos repetido en varias ocasiones que si bien Río Ceballos no se caracteriza por ser una zona arqueológica, son innumerables los rastros que han quedado en la zona como prueba de que el lugar que hoy habitamos fue ocupado, primero, por pueblos originarios.

Como grupo hemos asumido la tarea del relevamiento, protección y señalización de nuestro patrimonio arqueológico, entre otras cosas; primero, porque nos gusta, y luego (sin orden de importancia) porque es de todos los habitantes de Río Ceballos, porque es parte de nuestra historia y porque nos parece sumamente importante reivindicar la historia de los primeros habitantes de nuestra tierra.

Pensamos, también, que una de las razones por las que no conocemos la magnitud e importancia de nuestra zona como antiguo asentamiento de pueblos originarios, es porque muchas veces los hallazgos se hacen de forma aislada, muchas cosas se guardan sin darlas a conocer y otras se pierden en el tiempo hasta que se olvidan.

En este sentido, hace dos días recuperamos el mortero del Campo de Deportes. Este recuperar no significa un gran descubrimiento, simplemente es parte de este trabajo que realizamos día a día y que nos da estas pequeñas satisfacciones en que hoy contamos con un nuevo artefacto prehispánico para la educación y el deleite de toda la comunidad.

Cuando Teresita Planté nos comentó de la existencia de este mortero nos pusimos al hombro la tarea de recuperación del mismo. Nos parecía imposible que hubiera un testigo de nuestra historia totalmente abandonado y olvidado. Este mortero estuvo años dado vuelta, convirtiéndose solo en una roca sin ningún interés. Fue utilizado para pintar algo y manchado con pintura. Fue tapado con baldosas quedando invisible. Y cuando una roca estorba, lo más fácil es sacarla de donde está. Nos preguntamos… cuánta gente sabía que eso era una pieza arqueológica? De esa forma podría haber terminado en cualquier lugar, como tantas otras piezas importantes de nuestro patrimonio. Por eso lo llamamos rescate, porque el solo hecho de darla vuelta para descubrir que una piedra es un mortero con cientos de años de historia encima, revalorizándola, dándola a conocer, anula la posibilidad de que se pierda para siempre.

En unos pocos días y por medio de esta acción descubrimos que este mortero, con estas características, no es único. Hay varias versiones sobre lo mismo, atribuyéndolo a diferentes circunstancias. Nosotros no tenemos una verdad absoluta, lo que hacemos, en todos los trabajos que nos proponemos, es investigar. Así comenzamos las gestiones sobre el mortero, investigando, leyendo, viendo y preguntando; esto no termina acá, por supuesto, porque no nos conforma el hecho de haber recuperado este mortero, nos gustaría saber de dónde salió, tener la certeza de que el Campo de Deportes es una zona arqueológica, o, en su defecto, qué otros puntos pueden constituirse como tales si este mortero vino de otro lado. Todo esto nos sirve para el relevamiento que estamos llevando a cabo hace más de un año sobre hallazgos arqueológicos y posibles asentamientos de pueblos originarios, es un trabajo extenso, arduo, pero realmente gratificante cuando lo vemos plasmado en un mapa: Río Ceballos es extremadamente rico en este sentido y la única manera de demostrarlo es con trabajo, perserverancia, investigación y la ayuda de todos los que habitamos esta ciudad.

Que aparezcan tantos morteros, o versiones sobre el mismo, nos insta a seguir trabajando, porque seguro que hay tantos morteros como versiones, pero hoy solamente tenemos uno. Y los demás, dónde están?

 

3 comentarios sobre “Morteros en nuestra ciudad

  1. Excelente trabajo!nos alienta a conservar y ser muy cuidadosos de nuestro patrimonio! La memoria es quien nos ayuda en el presente para construir un buen futuro cada dia mejor!gracias!! Este material especialmente es de gran aporte para el estudio e investigacion en la escuela acerca de los primeros pobladores que estamos realizando en estos dias.

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