Memorias del 15F – Entrevista a María Castillo

Hace 3 años se vivía en Río Ceballos una de las peores tragedias de nuestra historia.
Lo del 15F no fue la primera vez… y quizás (ojalá me equivoque) no sea la última. Malas políticas ambientales y de planificación urbana, negocios inmobiliarios sin control y una falsa idea de que las márgenes del río son edificables (herencia de la “época dorada” de nuestra ciudad), sostenidas a lo largo de décadas, provocaron una inundación que no solo se llevó sueños, tranquilidad y esperanzas sino también vidas. En Río Ceballos murieron 4 personas de un total de 9 en todo el cordón de las sierras chicas.

Pasada la catástrofe se llevaron a cabo medidas apresuradas y destructivas para mitigar los daños de posibles futuras crecientes, pero las cuestiones de fondo siguen siendo ignoradas por mezquinas ideas de progreso que enriquecen a unos pocos y son mal de muchos.

Solo hace falta una inundación (aunque fueron muchas) para considerar a Río Ceballos como zona de catástrofe, sin embargo no existen sistemas de alerta temprana o un protocolo a seguir en caso de que suceda nuevamente. Son cosas necesarias y urgentes. Pero no son solo cosas materiales lo que necesitamos, también lo es LA MEMORIA.

Me junté con María Castillo un sábado por la mañana con la intención de hacerle una especie de entrevista para poner en esta página. Cuando decidí prender el grabador había dos cosas que no sabía: primero, que me iba a quedar sin batería antes de terminar la charla. La segunda, que sólo haría falta una pregunta para disparar todas las respuestas de lo que le hubiera querido preguntar. -Dónde estabas el 15 de Febrero de 2015?

El hilo rojo

Entonces, esto que pensaba ser una entrevista donde podría poner lo que ella me contó tal y como lo dijo se convierte en un relato, casi como una “coincidencia” con parte de su trabajo. Creo que muchas veces la memoria no es más que esto: reelaborar una y otra vez el pasado, en lo cotidiano, en las relaciones, en el diálogo; en escuchar y ser escuchado. No para victimizarnos sino para poder seguir adelante sabiéndonos más sabios, con esa experiencia que jamás permitirá que nos pase lo mismo una y otra vez. Con la memoria del homenaje, pero también con la de la absoluta verdad.

María Castillo habla varias veces del hilo rojo (ese que llevás desde tu nacimiento, se estirará hasta el infinito y nunca se romperá y que nosotros llamamos destino). Encuentro este hilo rojo a lo largo de todo su relato, en las pequeñas cosas que la inquietan y la hacen seguir adelante. Pero no diré nada aún. Creo que irán apareciendo por sí mismas. Es por esto que me tomo el atrevimiento de armar esto de una forma desordenada, para contarles a ustedes lo que me contó ella.

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Fotografía Sandra Constantin

Cuando el río suena

María hace 3 años comenzó a trabajar con la memoria de ese día trágico; me atrevería a decir que su espíritu de artista comenzó este proceso el 15 de Febrero de 2015 cuando supo de antemano que la lluvia traía más que agua, ese día en que preocupada escuchaba a su papá del otro lado del teléfono diciéndole que estaba todo controlado, mientras ella veía en la tele y escuchaba en la radio lo que estaba pasando. Una segunda comunicación con su madre terminaba con gritos. “Sintieron una estampida y empezó el agua a entrar”.

Cuando comencé con este proyecto necesitaba darle un nombre. Le pregunté a mi sobrina Lucía, que había estado durante la inundación: vos qué sentiste ese día? Y ella, que hacía una semana que había vuelto de las Cataratas me dijo: es igual que el ruido de las cataratas, te ensordecía.
En los relatos todos hacen referencia a ese ruido. La estampida. Entonces yo dije: bueno, a ver, este es el nombre: Cuando el Río Suena.
Garba, que me pidió que la ponga en la grilla para este aniversario me dijo: yo quiero cantar porque vivo frente al río y todavía me resuena, yo todavía tengo en mi cabeza el sonido del río.

Hice un pequeño evento en facebook, como tantos que uno hace, para hacer algo, para que tus contactos sepan que vos querés hacer algo. María llama “evento chiquito” a esta instancia gigante, comenzaba a nacer “Cuando el río suena”.

Imágenes, relatos y noticias

La primer foto que recibo es la del puente San José, no estaba más el puente San José. Es la parada que me llevaba al colegio, a bailar, a Unquillo. Y une, articula muchas cosas, y el río en ese momento separó a los de este lado del río y los del otro lado del río. Fue como que el medio del pueblo quedó congelado.

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Fotografía de Julieta Casco

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Fotografía de Mariana Castillo

Entre sus acciones, para el primer aniversario, comenzó a pedirle a los vecinos fotos de aquel día.
Me comprometí a imprimir todas las fotos que me enviaran, tengo como 3000 fotos, obviamente no las puedo imprimir.
Esperaba las fotos de Ale Rossato, su amiga, que siempre saca fotos. Tenía 2000 de ese día que se perdieron porque su disco se rompió. Logró rescatar solo tres. A veces las imágenes no están sólo en las fotografías.
Entonces yo puse ese relato, ella lo tenía en su ojo.

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Fotografía de Alejandra Rossato

Una vecina me dijo: mirá, yo ese día estaba en estado de shock, qué foto me estás pidiendo? Si querés yo te escribo qué sentí. Entonces dije: bueno, le pongamos relatos, la gente quiere escribir, bueno! La gente quiere mandar videos, que me mande.

El relato de Guillermo Lehmann le llevó dos semanas leerlo sin poder llorar, así como el de otros. El relato de la iglesia de cómo fue esa semana santa de ese año, cómo lo vivieron…

La Voz del Interior me hizo una nota que salió un domingo a media página en el formato viejo. Y si antes entendí que los vecinos necesitaban sanar, después de esa nota entendí que los medios son los que manejan las cosas y que en este proyecto yo solo soy la que articula, dejó de ser mío en el mismo momento en que toda la gente que hasta el día de hoy yo nunca vi comenzó a mandarme fotos, relatos, videos, no solo de Río Ceballos sino de todo el cordón de las Sierras Chicas.

Hoy los grandes medios no dan importancia a un homenaje de aquél día, ya no es importante, no es noticia. Intuyo, por lo que me cuenta, que esto la inquieta, que mantener la memoria de aquel día también tiene que ver con algo de esto, que las noticias están en algún lado; en la foto de la hija del placero que falleció en la inundación y que canalizó su dolor trabajando en el ropero para los damnificados o en el primer bebé que nació después de la catástrofe en el hotel 18 de marzo.  Está en quienes palearon barro, en la gran cantidad de gente que ayudó, desinteresadamente, ese día y los posteriores a la inundación. Quizás está en “el paisaje” que ven a diario quienes recibieron sus casas en un barrio precario al lado del cementerio. No hay árboles ahí, al menos podrían plantar algunos.

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Fotografía de María Castillo
Una tarde de enero
Cuando llegue al barrio ….
El Barrio que levantaron para los afectados del 15F
Aquellos vecinos que fueron trasladados al lado del cementerio
Aquellos vecinos que cuando levantan la vista miren esto
Aquellos vecinos a los que el río les paso por arriba
Vendría tan bien forestar ese barrio
Veredas despojadas de árboles.
(Texto para facebook de María Castillo)

Conectar y sanar

María Castillo es artista plástica, ceramista, acompañante terapéutica, está preparando su tesis en la licenciatura en escultura y hace varios meses expone junto a Miguel Cabrera “Vigías del Dante” en varios lugares de Córdoba (fotografías de ángeles del cementerio San Jerónimo). Algunos de sus trabajos conjugan el dolor y el arte en una suerte de exorcismo poético.

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Fotografía de Vigías del Dante

Noviembre de 2015 es la primera vez que yo logro volver a Río Ceballos, a la casa, ya la casa estaba más o menos, había marcas de agua, había muebles que tenían la marca. Y en nuestro patio, atrás, hay un cuartito, que es donde  yo tenía obra, que se fue. Que yo recién al año y medio abrí el cuartito, no podía abrirlo. No podía conectar con eso, no había manera que conectara.

Intento no meterme nunca desde lo político o lo partidario porque no me interesa y cuando volví de Europa, de hacer un curso de la Educación Creadora donde todo el tiempo uno saca el juzgamiento sentía el aire raro… era un aire de mucha tristeza.
Yo me bajaba del bondi y bajo por la calle de La Tablada, y yo en Enero le saco una foto a esa arboleda. Casi me muero, cuando vuelvo (paso casi 11 meses hasta que vuelvo) no era más el pueblo que me crié. Porque se fueron los árboles, se fue el río… y para mí había una nube enorme de tristeza y yo decía: hay que hacer algo con esto, sentía que tenía que hacer algo.

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Fotografía María Castillo

Cuando las fotos y relatos comenzaron a llegar dije: yo no voy a condicionar a nadie, que escriban lo que quieran, así serán publicados y pensé: esto tiene que servirme a mí como artista? No, le tiene que servir al otro para que a través mío canalice porque el arte cura, cura en serio.

Memoria

La memoria es algo que se lleva adelante día a día, es una lucha constante, es pelear contra el olvido no para victimizarse sino para tener presente lo que somos y lo que nos pasa. Mientras escribo me pregunto cuántas aristas tiene esto que llamamos 15F y cómo el arte se transforma en un vehículo para no olvidar; lo que pasó nos pasó a todos.

Era impresionante ver como la gente reaccionaba, había familias que se bajaba la mitad a mirar y la otra mitad se quedaban adentro del auto. Había gente que se ponía a leer y lloraba, otros escribían en un cuaderno que yo puse para que la gente escribiera lo que quisiera.

Quienes no lo vivieron pueden olvidarlo más rápido, es una forma de seguir adelante, pero quienes lo vivieron, por más que lo intenten o no hablen de eso, lo van a tener siempre presente. Cuando te vas a dormir y llueve estás pendiente del río, estás pendiente del ruido.

La gente me escribía y me daba gracias, y eso era muy fuerte, porque me daba gracias por no olvidarme. Y dije: acá hay un hueco donde no se pudo canalizar lo que la gente sintió.

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Fotografía «Cuando el río suena»

3 años

A pesar de las trabas que tuvo por parte de la municipalidad para el primer aniversario, se puso al hombro la tarea de hacerlo como sea, con ayuda del Centro Vecinal a cargo de Teresita Planté. No fue la única “censura” que tuvo. A raíz de la nota en La Voz fue contactada por quien asumía como autoridad en el Buen Pastor.

La jornada fue muy enriquecedora, iba a ser la primera muestra donde no se presentaba un proyecto, sino donde el Buen Pastor invitaba a un artista, habría catalogo, invitaciones, iría el gobernador, comenzaría a trabajar con 2 personas para la logística y el armado, donde se elegirían las imágenes para llevarlas a una escala enorme, para ser vistas desde la puerta de la capilla, se deliró con zapping, cabinas.

La muestra se pospuso dos veces, la segunda con fecha incierta que nunca llegó.

Quizás Alvarez, que llegaba a Córdoba de vivir en Buenos Aires, tuvo las mejores intenciones hasta que le hicieron ver que mostrar la inoperancia de ellos mismos no era negocio.
Quizás no dimensionó donde se metía.
La muestra es política, política del desmonte, política de lo realizado aún hoy, política de emprendimientos inmobiliarios, política de su mismo partido político.
“Cuando el río suena …”, sigue sonando donde puede, como puede, pero con la convicción absoluta de mantener en la memoria colectiva este hecho que fue producido por el hombre.

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Fotografía María Castillo

Cada año que pasa es un nuevo disparador para María, el evento es más grande y hoy, por suerte, cuenta con el apoyo de la Municipalidad. Dice que a la hora de pedir algo lo que quiere es que la gente se acerque, que participe, que esa es la única manera de mantener viva la memoria.

Su compromiso es enorme al igual que su generosidad. Cuando el Río Suena crece cada año, se nutre de muchas cosas y ya forma parte de la cultura de nuestra ciudad. Repite que ella es sólo un vehículo, que este proyecto es de todos y agrega que espera que a futuro alguien agarre la posta para que el recuerdo sobre lo que nos pasó dure para siempre.

Cuando nos despedimos esa mañana (que ya era más del mediodía) me quedé pensando en que ojalá podamos seguir convirtiendo el dolor en cosas buenas, que sanemos las heridas y que sigamos teniendo memoria siempre. En ese abrazo no pude más que decirle GRACIAS.

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El jueves 15 de febrero se llevarán a cabo diversas actividades en el puente San José de Bº Ñu Porá, en Río Ceballos.

De 10 a 13 hs. y de 18 a 20 hs. “A cara descubierta. Retratos de un pueblo”. Registro fotográfico a cargo de María Castillo y Miguel Coco Cabrera.

A partir de las 18 hs. se recibirán las donaciones para enviar a Salta.

Y para cantarle al río, con la conducción de Victor Valente estarán:
Garba
Matías Javierz
Tango y Algo Más – Héctor y Eduardo
Los Falta Menos
Las Voces del Monte
Los Cantores del Pueblo
AguaporDentro

Desde la danza: Mamoa Danza.