Para el Día Nacional de los Monumentos, en el año 2018, realizamos una investigación sobre el Cristo Ñu Porá que se presentó en el Cerro y en la Capilla Histórica. Compartimos con ustedes parte de este numeroso material que se encuentra en el Centro de Documentación de Tica Hen, en el del Museo de la Ciudad, Biblioteca Popular Sarmiento y Casa Azul.
El Cristo Ñu Porá, emplazado en el Cerro homónimo, es uno de los monumentos de la ciudad de Río Ceballos. Para muchos sigue siendo un ícono religioso, para otros es un ícono cultural. Ambas dimensiones sumadas a las de su entorno conforman el valor patrimonial de este monumento.
Fue realizado por el escultor Aurelio Cortinovis a pedido de la firma Plasman y Amuchástegui, fue donado por Amalia Ferreyra de Plasman y Elvira Martinez de Amuchástegui, para embellecer su loteo del cerro. Pronto se convirtió en uno de los lugares más visitado por turistas y vecinos.

«Inauguración Cristo Ñu Porá. 1936» – Foto cortesía de Maru Luján
Repercusión en los medios.
Fue inaugurado el 9 de Febrero de 1936. Recordemos que en aquella época Río Ceballos era el destino turístico por excelencia de las Sierras de Córdoba. Es por esto que los medios de la ciudad se hicieron eco de este evento, Los Principios, Córdoba, La Voz del Interior hablaron del Cristo Ñu Porá durante varios días.

Diario Córdoba – 5 de Febrero de 1936
Se creó una comisión de damas para organizar los actos que se realizarían en esta inauguración quienes realizaron un programa que incluía una misa por la mañana en la iglesia de Río Ceballos con la participación del coro de las Hermanas Franciscanas. Reparto de ropas, comestibles y juguetes entre las “personas pobres” del lugar. Bendición del monumento. Recepción de las autoridades religiosas, civiles y militares en el local del Río Ceballos Club (con tarjeta). Festival deportivo en la Pileta La Antonia con la Banda Santa Cecilia dirigida por el maestro Luis Alonso, cine al aire libre y baile de cierre.
Fuegos artificiales en el Cerro.
Se organizó, además, un servicio especial de ómnibus que hizo el recorrido de Córdoba a Río Ceballos.
¿Por qué un Cristo como monumento?
La elección del Cristo se dio en una época en donde el Comunismo y el Marxismo iban tomando fuerza. En contraposición hubo un movimiento a nivel mundial, encabezado por el sector católico y la burguesía para reforzar la fe cristiana y retomar la idea de Dios.
Evidentemente, Río Ceballos no escapó a esa “moda” y eligió esta figura para embellecer y categorizar un espacio privado que, por su tamaño y emplazamiento podía ser admirado por todos.
Pero no es solo el sentido religioso del monumento lo que hizo que se incluyeran en el programa de inauguración actividades e invitados religiosos sino también el contexto histórico en el que se realizó, en el que la religión católica iba estrechamente de la mano con los acontecimientos sociales de época.
Tampoco extraña, pero si vale la pena mencionarlo, que existiera una diferencia entre lo popular y lo exclusivo y que es claro en el programa realizado: mientras que el vecino común tenía un festejo en la pileta La Antonia solo una pequeña elite de apellidos de renombre accedía a la fiesta en el club; un selecto grupo de personas que, además, hacía caridad con los pobres.
Diario Los Principios – 10 de febrero de 1936
Aurelio Cortinovis.

Argentina, Archivo General de la Nación, Departamento Documentos Fotográficos o AR_AGN_DDF/Consulta_INV: 69361_A
Por supuesto que el Cristo no es la única obra de este escultor que nació en el año 1912 y que se formó como artista junto a su padre.
En 1930 figura ya en exposiciones en Córdoba con esculturas en donde prevalece la figura humana como tema. Junto a otros destacados artistas como Horacio Juarez, Rosalía Soneira, Antonio Ramallo expuso en el Salón Plasman. Expuso también en otras provincias y ganó premios por algunas de sus obras. En 1939 resultó ganador de la beca provincial para perfeccionamiento artístico en el extranjero (que se efectivizó en el año 1941 para el semestre de octubre de ese año a marzo de 1942). Frente a la situación del conflicto bélico europeo debió optar por un recorrido americano. Poco se conoce de su trayectoria luego de esta etapa de formación. (Museo Emilio Caraffa. Area Colección – Documentación – Info Artistas)
A propósito de los artistas becados por la Provincia de Córdoba que se encuentran representados en el Museo Emilio Caraffa, Victor Manuel Infante escribe: Cortinovis, plástico recio y sólido, con labor realizada, autor del Cristo de Ñu Porá, a la entrada de Río Ceballos que aún puede verse, viajó directamente a México, en donde se estableció en el Distrito Federal abandonando la escultura por tareas de índole comercial, cortando su comunicación con Córdoba.
Aparentemente Aurelio Cortinovis no estuvo en la inauguración de su obra ya que no existen fotografías que así lo atestigüen.
Hemos podido acceder a fotografías de algunas de las obras de Cortinovis que se encuentran en Córdoba.

«Irma Córdoba» – Foto gentileza de la Fundación Rosalía Soneira

«Delia» – Foto gentileza del Sr. Carlos Rodeiro

«Cabeza» – Colección del Museo Caraffa
Salón Plasman.
El Salón Plasman se encontraba ubicado frente al Diario Los Principios en 9 de Julio al 200, en la ciudad de Córdoba. No sabemos si existía alguna relación entre este Salón y el Sr. Plasman del loteo de Ñu Porá, pero si la hubiera sería una de las respuestas de por qué Cortinovis fue elegido para esta tarea.
En diciembre de 1935 expone una Cabeza de Cristo igual a la del Ñu Porá. No se sabe si es la misma que hoy es parte del monumento o es otra.

Diario Los Principios – 7 de diciembre de 1935 – Archivo del Museo Caraffa
Datos técnicos.
Luciana Bertoloni, durante el Día Nacional de los Monumentos brindó una charla con los siguientes datos técnicos:
El Cristo Ñu Porá es una figura de 12 mts. Se construyó y trasladó en tres partes de cuatro metros cada una, una de ellas era la base y se unió y concluyó en el lugar. La técnica escultórica es una gran estructura de hierro, en tres partes, revestida con alambre y mallas metálicas y luego modelada en cemento directo. Es hueca.
El movimiento artístico al que pertenece el Cristo se puede situar en el art decó que surgió en Francia en 1920 y que se desarrolla y se impregna en el diseño, la arquitectura y los monumentos. Sus características son una tendencia a lo monumental, figuras austeras, estilizadas, formas sintéticas lejos de la mímesis y el realismo.

Foto cortesía Tributo a las huellas de nuestro pueblo

Foto cortesía de José Horacio Ray
La base del Cristo que se encuentra enterrada tenía un sentido ya que al ser emplazado sobre un promontorio aparentaba salir de entre las rocas. Durante la intendencia de Estallo se hace el basamento de piedra para colocar la reja, lo cual cambia la estética y da una sensación de que el Cristo pierde su verdadera altura.
El Sr. Carlos Rodeiro nos contó que su padre, amigo de Cortinovis y quien junto a Horacio Juarez colaboraron en esta escultura, le dijo que la misma se realizó en las instalaciones del Club Atlético Belgrano. Lamentablemente el archivo de dicho club no cuenta con material sobre esto.
Antonio Dominguez.
También, para el Día Nacional de los Monumentos, Antonio Dominguez nos hizo un recorrido contándonos parte de la historia del Cristo.
Antonio Dominguez vino de España a la edad de un año, junto a sus padres Antonio Dominguez Alonso y Constancia del Peso, huyendo de la guerra. Vinieron directo a Río Ceballos donde los esperaba un tío materno que ya estaba asentado acá trabajando como fotógrafo. Vienen con el trabajo asegurado en el Cerro Ñu Porá: encargados del predio, caseros de una propiedad de descanso de la familia Plasman llamada “Las Yucas” y encargados de las fotografías a los turistas. Fue en el baño de esa casa donde montaron el laboratorio de revelado. Viveron ahí durante cerca de 18 años. (De la entrevista a Antonio Dominguez para la muestra “Rastros y Rostros. Inmigración y Diversidad Cultural”)

Antonio Dominguez padre. Foto Alba
Durante el ascenso Antonio nos contó que en aquellas épocas el predio se encontraba cerrado por dos tranqueras, una sobre el camino principal y la otra por detrás del Cristo, que se abrían todos los días para recibir a los visitantes. Su memoria no falla, tampoco puede disimular la emoción del recuerdo, Antonio está en su casa: nos cuenta que nos encontramos a 835 mts sobre el nivel del mar, que había esculturas que ya no están, jardines cuidados por cuadrillas de peones especializados en donde se podían encontrar margaritas, rosas, geranios, pensamientos… recuerda un antiguo molle que aún se encuentra en pie que flechó a algunos de los visitantes y pencas acá y allá.
Aún se encuentran los tanques que abastecían de agua a Ñu Porá que había que bombear. Desde abajo, en “La Querencia”, el Sr. Modesto se encargaba de administrar el agua.
Nos señala algunos senderos que llevan a donde antiguamente existían un par de baños y el palomar donde estaban las palomas “cola de pavo real”. Llegando al Cristo había bancos para descanso y jardines más importantes. A los pies del Cristo había dos fuentes, una más grande que la otra. Debajo de la gruta se encontraba un kiosco con una ventana batiente que se asentaba sobre dos troncos como mesa y ahí, su madre vendía artesanías y regionales. También había puestos donde se exhibían cueros de vaca y mantas de cama con colas de zorro.
Antonio recuerda la gran cantidad de gente que visitaba el Cristo como si fueran malones, venían por ambos senderos y todos querían fotos. Para ese fin tenían una llama y un burrito “mi padre les apretaba el cuello y les decía un secreto en el oído y las llamas se echaban como los camellos y la gente se sentaba”. Llamaban a las palomas con un silbido especial y venían, daban dos vueltas y se asentaban en todas partes. Ponían maíz en las manos de los turistas y les sacaban fotos con las palomas.

Foto cortesía Maru Luján

Foto cortesía Familia Sedrán
Había dos lugares preferidos para sacar las fotos, uno era para las panorámicas con el paisaje de fondo. La otra era una piedra a los pies del Cristo. Antonio hace la mímica, tira su gorra para atrás y pone una rodilla en tierra “para tomar todo el Cristo”, ese lugar “le daba mejor semblanza de costado”. Sobre las fotografías cuenta que él se encargaba se sombrearlas, como el Cristo era gris (no era blanco como ahora), los días nublados se perdía en el fondo. Revelaban 6 rollos de 36 exposiciones cada uno, el mínimo era de tres postales, cada una de estas fotos eran retocadas por él.
Antonio nos cuenta la historia de las tres piedritas: la gente recogía tres piedras de alrededor del Cristo y pedía tres deseos, compraban en el kiosco bolsitas con la imagen del Cristo para guardarlas, cuando estos deseos se cumplían se debían devolver al lugar. Dice que mucha gente fue a devolver las piedritas durante el tiempo que él estuvo ahí. También hace referencia a una centella que entró por debajo, en la parte de la túnica y salió por la parte de atrás, a la altura del cabello del Cristo.
Sobre la investigación y búsqueda de datos
Durante esta investigación contactamos y trabajamos con mucha gente, algunos ya los nombramos. Pero nuestro primer contacto fue con el Museo Caraffa donde nos dieron acceso al archivo que poseen de Cortinovis y los catálogos de las muestras y los becados. En un catálogo figura una obra que sería propiedad de la Escuela Provincial de Arte de la UPC pero al intentar acceder a la misma nos encontramos con que no está en las nuevas instalaciones de la Universidad.
En el video que tenemos sobre la inauguración del Cristo, nos llamó la atención que había escenas de una pileta. Al buscar en los diarios de la época encontramos el programa y dimos con la explicación: el certamen de natación en la pileta La Antonia.
Otro interrogante fue sobre la ejecución del proyecto. En los artículos de época sobre las muestras que realizaba Cortinovis encontramos vinculación con los artistas Soneira. En internet dimos con la Fundación Rosalía Soneira. Ana María Galindez Soneira nos brindó fotos de una obra que posee la Fundación, “Irma Córdoba” y nos dio otro dato, el Sr. Carlos Rodeiro tenía otra cabeza original realizada por Cortinovis: “Delia”. Hecho el contacto, fotografiamos la obra y nos dio un dato desconocido: su padre estuvo en la ejecución de la escultura, y se realizó en la cancha del Club Belgrano.
Allí concurrimos, el Club estaba realizando una organización de archivos y fotos, contactamos a Franco Rizzi, del Área de Cultura del Club, pero no había información sobre el Cristo.
En los artículos sobre inauguraciones de muestras de Cortinovis, observamos que algunas fueron en el Salón Plasman, inaugurado en 1932. Sin embargo no encontramos el nombre del dueño, no pudiendo establecer la relación entre la galería y uno de los dueños del loteo del Ñu Porá. Los periódicos consultados fueron La Voz del Interior, Diario Los Principios y Diario Córdoba, para eso visitamos el Archivo Arquidiocesano, la Legislatura de Córdoba, la Biblioteca Mayor y el CISPREN.
Entrevistamos a Sonia Torres, su padre estuvo en la inauguración del Cristo, y nos contó sobre la presencia del gobernador en el acto. Además, que muchas de las esculturas que se encontraban en el Cristo estuvieron en la rotonda que se encuentra a metros de la Av. San Martín.
Algo que no pudimos corroborar, y que nombra Carlos Page en “El Río de los Ceballos” y que también nos dijera Mariquita Ergueta que se lo contó su madre, fue la presencia de Berta Singerman en el acto de Inauguración. Aunque no figura en el programa, algunos artículos del diario dicen que para esa fecha se encontraba en Córdoba.
Sabiendo la estrecha relación entre la Escuela Bartolomé Mitre y el Cristo y su entorno, invitamos a la Escuela a participar con dibujos que mostraran su concepto de monumento patrimonial, y qué escultura pondrían en la actualidad. Además, Susana Lobo participó con un cuento que escribió sobre el Cristo Ñu Porá.
A través de una convocatoria recibimos fotografías de algunos vecinos para realizar un video.
En 2018, en el micro “Rastros y Rostros de nuestra ciudad” reflexionamos sobre el Cristo Ñu Porá junto a David Avilés Aguirre y Cristian Escribano. https://ticahen.com/micro-rastros-y-rostros-de-nuestra-ciudad/
Valor Patrimonial
El Cristo cumple hoy 84 años. Es imposible separar el monumento de su entorno natural, el paisaje y las diferentes formas de relacionarnos con él a través del tiempo. Todo esto es parte del patrimonio natural cultural de nuestra ciudad.
En los últimos años el Cristo ha sufrido un gran abandono; la mayoría de las estatuas desaparecieron, salvo la que se encontraba en la fuente y que fuera restaurada por Julio Guillamondegui y luego emplazada en la explanada municipal.


Foto cortesía Valeria Pavesio
Los antiguos jardines que menciona Antonio Dominguez han desaparecido, pero, en su lugar, hay un hermoso recorrido de árboles autóctonos con referencias.
Un vía crucis cuyos carteles están llenos de graffitis, forman parte de un recorrido que, una vez al año, obligan a la municipalidad a cortar el pasto, realizar poda y juntar la basura que se acumula constantemente, además de volver a poner una nueva capa de pintura, incluso sobre la placa que dice el nombre del artista.
Poco se sabe cuántas de las tierras del parque son públicas o privadas y los antiguos loteos siguen siendo una amenaza para el entorno y el paisaje.
El verdadero homenaje que se puede hacer es conocer nuestra historia y dar el valor patrimonial que el monumento y su entorno tienen para aplicar políticas que realmente sean de preservación y conservación.
Fuentes:
Investigación de Tica Hen para el «Día Nacional de los Monumentos»
«El Río de los Ceballos. 1583 – 1983» Page, Carlos Alberto. 2005 «La Novela de Río Ceballos» Ergueta, María Teresa. 2014