Bien de pueblo – Homenaje a Guillermo Lehmann

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En el año 2018, Guillermo Lehmann y María Castillo comenzaron un proyecto para retratar a trabajadores de Río Ceballos. Por diversas razones, el producto de este trabajo nunca vio la luz.

La artista María Castillo llevará adelante la publicación de un libro catálogo con el trabajo que realizaron en conjunto, a través de un homenaje en el primer aniversario del fallecimiento de Guillermo Lehmann, que será acompañado de relatos y escritos de quienes lo conocieron y compartieron con él.

Para llegar a la meta se propone un financiamiento colectivo que será destinado a la impresión de los ejemplares y la puesta de la muestra aniversario.

Hay una compra anticipada de $200 para adquirir un ejemplar. También una colaboración de un mínimo de $2.000 para quienes quieran sumar su logo  o marca a la publicación.

Para colaborar o recibir más información comunicarse a mariacastillo.arte@gmail.com o 351 288-0707.

El homenaje a Guillermo Lehmann y la presentación del libro se realizará el día 17 de marzo.

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Calendario 15F

Gracias a quienes participaron del Calendario 15F y que compartimos a continuación.
Dada la respuesta a la convocatoria habrá varias versiones del calendario que pueden pedir por nuestras redes sociales.
Acá un ejemplo del calendario que iremos actualizando.

CALENDARIO

Recuerdos de Río

Su primer recuerdo de infancia está asociado con él, parada al lado del agua con su hermanito calzado en la cadera buscaba piedras planas de esas que son las mejores para hacer sapitos. De fondo la voz de su madre gritando: “ Maraaaaaaaaa, andá a lo de Doña Juana a comprar cinco pesos de pan”

También quedan en su recuerdo los veranos de calor bañándose en bombacha, la piel tostada confundiéndose con la tierra, los gritos de los amigos balanceándose de la rama del viejo sauce para caer al río que parecía reírse también cuando chocaba con las piedras.

Ese río que también estuvo presente en el primer beso robado, en las manos ansiosas del Juan despertando corrientes desconocidas bajo su falda, en las aguas que lavaron las huellas del primer amor.

Tal vez por eso nunca se fue demasiado lejos, armó su casita humilde a la vera de ese río compañero y comenzó a repetir la historia de tantas mujeres.

Descolgaba pañales cuando empezaron a caer las primeras gotas, rápido los puso en el fuentón de plástico rojo que el Juancito usaba para jugar a los barcos mientras miraba con cierta desconfianza el cielo cada vez más oscuro.

Poco después la lluvia arreciaba como nunca antes. No estaba asustada, demasiadas tormentas había conocido. Se metió adentro y se recostó al lado de su hijito que dormía transpirado en la siesta de verano. El repiqueteo sobre la chapa hizo de canción de cuna y ella también se durmió.

Los ladridos enloquecidos del negro la despertaron de su sopor, saltó de la cama y fue ahí que se dio cuenta que algo malo pasaba. Un ruido ensordecedor se acercaba y estaba sola.

Desesperada corre hacia afuera y se encuentra que el río ya no es amigo si no un torrente marrón que arrasa con todo a su paso. Como loca busca a su hijo gritando su nombre cuando de repente ve un barco rojo que navega las aguas con su pequeño adentro, la boca abierta en una carcajada o un llanto, no lo puede escuchar.

Sin pensarlo se lanza al agua, que la agita, la golpea y la sumerge hasta que no quede de ella más que una silueta en el recuerdo.

Mónica

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Barcos perdidos/Barcos encontrados.
De pueblo a ciudad – Tica Hen
Intervención en la vía pública.

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María Castillo. Cuando el río suena.

Fabiana Gimenez

Sabrina Perin. «Procesos que nos atraviesan»

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Fotografía de Gabriela Morales

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María Castillo. «Guillermo Lehmann»

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Lucía Ferreyra

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María Castillo.

Mariana Castillo

Mariana Castillo. Puente San José. 15 de febrero de 2015

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Imagen de la intervención del 15F del año 2015

Sandra Constantin

Sandra Constantin

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Alejandra Rosatto

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«Taller de Construcción»

A cargo de las voluntarias:

Lic. Valentina Rojas

Lic. Inés Carrillo y

Lic. Lia Almada (Municipalidad de Río Ceballos)

El objetivo de estos encuentros era crear posibilidades de reparación a partir de la construcción de objetos creativos y de expresión artística.

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Manuel Arce.

Sierras Chicas

Mauricio Cerbellera.

El dibujo se hizo en el verano de 2016 en la actividad «Interferencias en el Ferreyra» en donde se invitaba a artistas locales a trabajar a partir de las obras expuestas en el museo. La pintura es «Paisaje» de Walter de Navazio ≥

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Coco Cabrera.
¿Suena?

EL RIO 2020 (1)

TÍTULO: LA MARCA DEL RIO

TÉCNICA: DIBUJO Y FOTOGRAFÍA REALIZADA POR UN VECINO EL DIA DE LA INUNDACIÓN, 15 /2/ 2015. DIGITALIZADA.

PATRICIA RIVERO

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Biblioteca Popular Sarmiento.
«Re-habitar las palabras»

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Verónica Luz Escudero

Seudónimo: Indira

Título de la obra: “Inmersión”

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Tomás Bustos

A 5 años del 15F el río vuelve a sonar

Mariana Castillo

Fotografía de Mariana Castillo. Puente San José. 15 de febrero de 2015.

Habíamos comenzado a armar este escrito como un artículo en donde diríamos muchas cosas “significativas”. Hoy María compartió aquella entrevista que le hicimos hace tres años y volvimos a encontrarnos con “Cuando el río suena…” desde lo más profundo.

La intención de este escrito era que quienes participamos de este evento pudiéramos decir el por qué estar en “Cuando el río suena…” Y las respuestas fueron hermosas, pero como nosotras las pedimos, nos damos el privilegio de contestar primero.

La vida nos pone muchas veces en lugares en los que, quizás, no quisiéramos estar o no pensábamos encontrarnos. La realidad es que uno elige entre “esto sí y esto no”, muchas veces por instinto y otras por convicción. Para nosotras “Cuando el río suena…” es una conjunción de ambas. Hemos tenido el privilegio de acompañar parte de este proceso y ver quienes no, quienes sí y quienes cuando…

Aquella entrevista fue un verdadero encuentro, igual a este que proponemos hoy para conmemorar el 15F. Estamos felices de compartir estos momentos, porque creemos que la memoria y la justicia, la reflexión y el reclamo, toman fuerza cuando podemos encontrarnos, potenciarnos, unirnos y festejar que podamos estar todo el tiempo, a cada rato, gritando fuerte y cantando, recitando, bailando…

“Cuando el río suena…” ha sido todas las cosas posibles que se pueden ser en una manifestación de este tipo. Con o sin apoyo. Con críticas y aplausos. Con gente que da la espalda pero también muchos que siguen estando año tras año, y como María siempre dijo que esto se hace entre todos, es imposible pensar y pensarnos desde otro lugar.

Por cuestiones de “fuerza mayor” hemos vuelto a las fuentes, a lo colaborativo libre y participativo y creemos que es una de las mejores cosas que le pasó a este encuentro, porque pueden cambiar muchas cosas alrededor, pero la esencia de “Cuando el río suena…” sigue siendo la misma. Esto es lo que acompañamos y la razón por la que estaremos, una vez más, encontrándonos, nosotras y otres.

Asociación Civil Los Manantiales.
El mundo se ha racionalizado profundamente, a todo exigimos una explicación racional, perfecta, causal. Esto conlleva a aquello, esto sucedió por esto y esto otro. El paso de creer en las explicaciones divinas o sagradas ocurrido hace 300 o 400 años que “iluminó al mundo”, operado por el saber científico, sus métodos y sus prácticas ha colonizado todos los ámbitos, y por supuesto nadie discute que ha mejorado radicalmente la vida del ser humano en la tierra, como también produjo, por medio de la racionalidad técnica, profundas catástrofes (armas poderosas, contaminación, holocaustos, cambio climático), pero la historia de la humanidad es así, dialéctica, cambiante, no puede separarse por el momento el bien del mal, no obstante podemos hacerlo mejor. ¿Porqué desde el arte? Creemos que es necesario reconectarnos con un saber profundo, combinar el saber científico, sus explicaciones con otros saberes: estéticos, afectivos, culturales. Es en esa combinación entre ciencia-técnica-arte que podemos erigirnos en una comprensión integral de nuestro paisaje social y natural. Pensamos que el arte promueve otra reflexión y por lo tanto otra transformación de nuestra percepción de lo que nos rodea: la técnica nos dice que una lluvia es un “alerta meteorológica”, que es un “riesgo”, el río “un canal” para que el agua escurra rápidamente, y podríamos seguir con más ejemplos. No negamos estas apreciaciones, sería muy tonto negar la necesidad de un alerta meteorológico, la tecnología puesta al servicio de la seguridad, pero hemos perdido la apreciación estética y cultural de la lluvia: ¡que hermoso que es dormir escuchando la lluvia!, su sonido, saber que nos da vida, como disfrutamos de sentarnos en un río que luzca como un río verdadero, tomar mate entre sus piedras y poder ver no solo césped, sino algunos yuyos, árboles y por lo tanto pájaros. Desde lo cultural (y desde la salud) tenemos el derecho a dormir plácidamente y reconectar con el valor estético de la lluvia, su belleza, belleza que podríamos llamar: arte natural. Es necesario entonces  sintetizar, unir la dimensión científica y técnica con la cultural y estética, esta síntesis es la expresión política y es el Estado el que nos debe, es su deuda, el que podamos dormir tranquilos escuchando y disfrutando la lluvia y no pensar en que puede ser potencialmente una tragedia. Es aquí en donde la técnica, el conocimiento científico aplicado, debe ser utilizado, articulado, de manera de que podamos descansar y disfrutar del arte de la lluvia, sabiendo por ejemplo que un moderno sistema de alerta nos avisará sobre el momento en que debamos salir de nuestras casas para protegernos, es el Estado el que puede aplicar la técnica disponible y hacer posible que recuperemos nuestra relación con la lluvia y con el río, es en esa dimensión en donde el Estado debe planificar el crecimiento de las ciudades, evitar que los poderosos se sigan apropiando del río (¡incluso lo hacen después del 15F!), y que los que necesitan un lugar adonde vivir no sean estafados con la oferta de terrenos que son inundables. Queremos recuperar esa conexión natural con el arte del río y de la lluvia, es un derecho, no puede ser un privilegio. Las manifestaciones artísticas nos llevan a recuperar esa forma de valorar y ver el mundo que nos rodea, a recuperarlo, y a su vez manifestar un profundo mensaje político. Queremos descansar y vivir sin miedo, las herramientas existen, el dinero también. Las decisiones políticas definitivas las seguimos esperando.»

Garba:

Cada vez que llueve

a mí el río se me vuelve volcán.

Cruzo a medirlo.

Le pido que ruja

pero no ahogue.

Que cruja

Sin llevarse

todos los árboles

todos los puentes

todas las semillas.

Y vuelvo a la cama

Y me digo: es el río,

volveré a dormir.

Pero ahí nomás

el río no va que

vuelve a sonar

y vuelvo a cruzar

A mirar las piedras

y medir el agua.

Volveré a dormir?

Cristo Ñu Porá

Para el Día Nacional de los Monumentos, en el año 2018, realizamos una investigación sobre el Cristo Ñu Porá que se presentó en el Cerro y en la Capilla Histórica. Compartimos con ustedes parte de este numeroso material que se encuentra en el Centro de Documentación de Tica Hen, en el del Museo de la Ciudad, Biblioteca Popular Sarmiento y Casa Azul.

El Cristo Ñu Porá, emplazado en el Cerro homónimo, es uno de los monumentos de la ciudad de Río Ceballos. Para muchos sigue siendo un ícono religioso, para otros es un ícono cultural. Ambas dimensiones sumadas a las de su entorno conforman el valor patrimonial de este monumento.

Fue realizado por el escultor Aurelio Cortinovis a pedido de la firma Plasman y Amuchástegui, fue donado por Amalia Ferreyra de Plasman y Elvira Martinez de Amuchástegui,  para embellecer su loteo del cerro. Pronto se convirtió en uno de los lugares más visitado por turistas y vecinos.

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«Inauguración Cristo Ñu Porá. 1936» – Foto cortesía de Maru Luján

Repercusión en los medios.

Fue inaugurado el 9 de Febrero de 1936. Recordemos que en aquella época Río Ceballos era el destino turístico por excelencia de las Sierras de Córdoba. Es por esto que los medios de la ciudad se hicieron eco de este evento, Los Principios, Córdoba, La Voz del Interior hablaron del Cristo Ñu Porá durante varios días.

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Diario Córdoba – 5 de Febrero de 1936

Se creó una comisión de damas para organizar los actos que se realizarían en esta inauguración quienes realizaron un programa que incluía una misa por la mañana en la iglesia de Río Ceballos con la participación del coro de las Hermanas Franciscanas. Reparto de ropas, comestibles y juguetes entre las “personas pobres” del lugar. Bendición del monumento. Recepción de las autoridades religiosas, civiles y militares en el local del Río Ceballos Club (con tarjeta). Festival deportivo en la Pileta La Antonia con la Banda Santa Cecilia dirigida por el maestro Luis Alonso, cine al aire libre y baile de cierre.
Fuegos artificiales en el Cerro.
Se organizó, además, un servicio especial de ómnibus que hizo el recorrido de Córdoba a Río Ceballos.

¿Por qué un Cristo como monumento?
La elección del Cristo se dio en una época en donde el Comunismo y el Marxismo iban tomando fuerza. En contraposición hubo un movimiento a nivel mundial, encabezado por el sector católico y la burguesía para reforzar la fe cristiana y retomar la idea de Dios.
Evidentemente, Río Ceballos no escapó a esa “moda” y eligió esta figura para embellecer y categorizar un espacio privado que, por su tamaño y emplazamiento podía ser admirado por todos.
Pero no es solo el sentido religioso del monumento lo que hizo que se incluyeran en el programa de inauguración actividades e invitados religiosos sino también el contexto histórico en el que se realizó, en el que la religión católica iba estrechamente de la mano con los acontecimientos sociales de época.

Tampoco extraña, pero si vale la pena mencionarlo, que existiera una diferencia entre lo popular y lo exclusivo y que es claro en el programa realizado: mientras que el vecino común tenía un festejo en la pileta La Antonia solo una pequeña elite de apellidos de renombre accedía a la fiesta en el club; un selecto grupo de personas que, además, hacía caridad con los pobres.

_MG_2462Diario Los Principios – 10 de febrero de 1936

Aurelio Cortinovis.

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Argentina, Archivo General de la Nación, Departamento Documentos Fotográficos o AR_AGN_DDF/Consulta_INV: 69361_A

Por supuesto que el Cristo no es la única obra de este escultor que nació en el año 1912 y que se formó como artista junto a su padre.
En 1930 figura ya en exposiciones en Córdoba con esculturas en donde prevalece la figura humana como tema. Junto a otros destacados artistas como Horacio Juarez, Rosalía Soneira, Antonio Ramallo expuso en el Salón Plasman. Expuso también en otras provincias y ganó premios por algunas de sus obras. En 1939 resultó ganador de la beca provincial para perfeccionamiento artístico en el extranjero (que se efectivizó en el año 1941 para el semestre de octubre de ese año a marzo de 1942). Frente a la situación del conflicto bélico europeo debió optar por un recorrido americano. Poco se conoce de su trayectoria luego de esta etapa de formación. (Museo Emilio Caraffa. Area Colección – Documentación – Info Artistas)
A propósito de los artistas becados por la Provincia de Córdoba que se encuentran representados en el Museo Emilio Caraffa, Victor Manuel Infante escribe: Cortinovis, plástico recio y sólido, con labor realizada, autor del Cristo de Ñu Porá, a la entrada de Río Ceballos que aún puede verse, viajó directamente a México, en donde se estableció en el Distrito Federal abandonando la escultura por tareas de índole comercial, cortando su comunicación con Córdoba.

Aparentemente Aurelio Cortinovis no estuvo en la inauguración de su obra ya que no existen fotografías que así lo atestigüen.

Hemos podido acceder a fotografías de algunas de las obras de Cortinovis que se encuentran en Córdoba.

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«Irma Córdoba» – Foto gentileza de la Fundación Rosalía Soneira
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«Delia» – Foto gentileza del Sr. Carlos Rodeiro
CORTINOVIS, AURELIO Cabeza MP: 227
«Cabeza» –  Colección del Museo Caraffa

Salón Plasman.

El Salón Plasman se encontraba ubicado frente al Diario Los Principios en 9 de Julio al 200, en la ciudad de Córdoba. No sabemos si existía alguna relación entre este Salón y el Sr. Plasman del loteo de Ñu Porá, pero si la hubiera sería una de las respuestas de por qué Cortinovis fue elegido para esta tarea.

En diciembre de 1935 expone una Cabeza de Cristo igual a la del Ñu Porá. No se sabe si es la misma que hoy es parte del monumento o es otra.

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Diario Los Principios – 7 de diciembre de 1935 – Archivo del Museo Caraffa

Datos técnicos.

Luciana Bertoloni, durante el Día Nacional de los Monumentos brindó una charla con los siguientes datos técnicos:

El Cristo Ñu Porá es una figura de 12 mts. Se construyó y trasladó en tres partes de cuatro metros cada una, una de ellas era la base y se unió y concluyó en el lugar. La técnica escultórica es una gran estructura de hierro, en tres partes, revestida con alambre y mallas metálicas y luego modelada en cemento directo. Es hueca.
El movimiento artístico al que pertenece el Cristo se puede situar en el art decó que surgió en Francia en 1920 y que se desarrolla y se impregna en el diseño, la arquitectura y los monumentos. Sus características son una tendencia a lo monumental, figuras austeras, estilizadas, formas sintéticas lejos de la mímesis y el realismo.

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Foto cortesía Tributo a las huellas de nuestro pueblo
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Foto cortesía de José Horacio Ray

La base del Cristo que se encuentra enterrada tenía un sentido ya que al ser emplazado sobre un promontorio aparentaba salir de entre las rocas. Durante la intendencia de Estallo se hace el basamento de piedra para colocar la reja, lo cual cambia la estética y da una sensación de que el Cristo pierde su verdadera altura.

El Sr. Carlos Rodeiro nos contó que su padre, amigo de Cortinovis y quien junto a Horacio Juarez colaboraron en esta escultura, le dijo que la misma se realizó en las instalaciones del Club Atlético Belgrano. Lamentablemente el archivo de dicho club no cuenta con material sobre esto.

Antonio Dominguez.

También, para el Día Nacional de los Monumentos, Antonio Dominguez nos hizo un recorrido contándonos parte de la historia del Cristo.

Antonio Dominguez vino de España a la edad de un año, junto a sus padres Antonio Dominguez Alonso y Constancia del Peso, huyendo de la guerra. Vinieron directo a Río Ceballos donde los esperaba un tío materno que ya estaba asentado acá trabajando como fotógrafo. Vienen con el trabajo asegurado en el Cerro Ñu Porá: encargados del predio, caseros de una propiedad de descanso de la familia Plasman llamada “Las Yucas” y encargados de las fotografías a los turistas. Fue en el baño de esa casa donde montaron el laboratorio de revelado. Viveron ahí durante cerca de 18 años. (De la entrevista a Antonio Dominguez para la muestra “Rastros y Rostros. Inmigración y Diversidad Cultural”)

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Antonio Dominguez padre. Foto Alba

Durante el ascenso Antonio nos contó que en aquellas épocas el predio se encontraba cerrado por dos tranqueras, una sobre el camino principal y la otra por detrás del Cristo, que se abrían todos los días para recibir a los visitantes. Su memoria no falla, tampoco puede disimular la emoción del recuerdo, Antonio está en su casa: nos cuenta que nos encontramos a 835 mts sobre el nivel del mar, que había esculturas que ya no están, jardines cuidados por cuadrillas de peones especializados en donde se podían encontrar margaritas, rosas, geranios, pensamientos… recuerda un antiguo molle que aún se encuentra en pie que flechó a algunos de los visitantes y pencas acá y allá.

Aún se encuentran los tanques que abastecían de agua a Ñu Porá que había que bombear. Desde abajo, en “La Querencia”, el Sr. Modesto se encargaba de administrar el agua.

Nos señala algunos senderos que llevan a donde antiguamente existían un par de baños y el palomar donde estaban las palomas “cola de pavo real”. Llegando al Cristo había bancos para descanso y jardines más importantes. A los pies del Cristo había dos fuentes, una más grande que la otra. Debajo de la gruta se encontraba  un kiosco con una ventana batiente que se asentaba sobre dos troncos como mesa y ahí, su madre vendía artesanías y regionales. También había puestos donde se exhibían cueros de vaca y mantas de cama con colas de zorro.

Antonio recuerda la gran cantidad de gente que visitaba el Cristo como si fueran malones, venían por ambos senderos y todos querían fotos. Para ese fin tenían una llama y un burrito “mi padre les apretaba el cuello y les decía un secreto en el oído y las llamas se echaban como los camellos y la gente se sentaba”. Llamaban a las palomas con un silbido especial y venían, daban dos vueltas y se asentaban en todas partes. Ponían maíz en las manos de los turistas y les sacaban fotos con las palomas.

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Foto cortesía Maru Luján
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Foto cortesía Familia Sedrán

Había dos lugares preferidos para sacar las fotos, uno era para las panorámicas con el paisaje de fondo. La otra era una piedra a los pies del Cristo. Antonio hace la mímica, tira su gorra para atrás y pone una rodilla en tierra “para tomar todo el Cristo”, ese lugar “le daba mejor semblanza de costado”. Sobre las fotografías cuenta que él se encargaba se sombrearlas, como el Cristo era gris (no era blanco como ahora), los días nublados se perdía en el fondo. Revelaban 6 rollos de 36 exposiciones cada uno, el mínimo era de tres postales, cada una de estas fotos eran retocadas por él.

Antonio nos cuenta la historia de las tres piedritas: la gente recogía tres piedras de alrededor del Cristo y pedía tres deseos, compraban en el kiosco bolsitas con la imagen del Cristo para guardarlas, cuando estos deseos se cumplían se debían devolver al lugar. Dice que mucha gente fue a devolver las piedritas durante el tiempo que él estuvo ahí. También hace referencia a una centella que entró por debajo, en la parte de la túnica y salió por la parte de atrás, a la altura del cabello del Cristo.

Sobre la investigación y búsqueda de datos

Durante esta investigación contactamos y trabajamos con mucha gente, algunos ya los nombramos. Pero nuestro primer contacto fue con el Museo Caraffa donde nos dieron acceso al archivo que poseen de Cortinovis y los catálogos de las muestras y los becados. En un catálogo figura una obra que sería propiedad de la Escuela Provincial de Arte de la UPC  pero al intentar acceder a la misma nos encontramos con que no está en las nuevas instalaciones de la Universidad.

En el video que tenemos sobre la inauguración del Cristo, nos llamó la atención que había escenas de una pileta. Al buscar en los diarios de la época encontramos el programa y dimos con la explicación: el certamen de natación en la pileta La Antonia.

Otro interrogante fue sobre la ejecución del proyecto. En los artículos de época sobre las muestras que realizaba Cortinovis encontramos vinculación con los artistas Soneira. En internet dimos con la Fundación Rosalía Soneira. Ana María  Galindez  Soneira nos brindó fotos de una obra que posee la Fundación, “Irma Córdoba” y nos dio otro dato, el Sr. Carlos Rodeiro tenía otra cabeza original realizada por Cortinovis: “Delia”. Hecho el contacto, fotografiamos la obra y nos dio un dato desconocido: su padre estuvo en  la ejecución de la escultura, y se realizó en la cancha del Club Belgrano.

Allí concurrimos, el Club estaba realizando una organización de archivos y fotos, contactamos a Franco Rizzi,  del Área de Cultura del Club,   pero no había información sobre el Cristo.

En los artículos sobre inauguraciones de muestras de Cortinovis, observamos que algunas fueron en el Salón Plasman, inaugurado en 1932. Sin embargo no encontramos el nombre del dueño, no pudiendo establecer la relación entre la galería y uno de los dueños del loteo del Ñu Porá. Los periódicos consultados fueron La Voz del Interior, Diario Los Principios y Diario Córdoba, para eso visitamos el Archivo Arquidiocesano, la Legislatura de Córdoba, la Biblioteca Mayor y el CISPREN.

Entrevistamos a Sonia Torres, su padre estuvo en la inauguración del Cristo, y nos contó sobre la presencia del gobernador en el acto. Además, que muchas de las esculturas que se encontraban en el Cristo estuvieron en la rotonda que se encuentra a metros de la Av. San Martín.

Algo que no pudimos corroborar, y que nombra Carlos Page en “El Río de los Ceballos” y que también nos dijera Mariquita Ergueta que se lo contó su madre, fue la presencia de Berta Singerman en el acto de Inauguración. Aunque no figura en el programa, algunos artículos del diario dicen que para esa fecha se encontraba en Córdoba.

Sabiendo la estrecha relación entre la Escuela Bartolomé Mitre y el  Cristo y su entorno, invitamos a la Escuela  a participar con dibujos que mostraran su concepto de monumento patrimonial, y qué escultura pondrían en la actualidad. Además, Susana Lobo participó con un cuento que escribió sobre el Cristo Ñu Porá.

A través de una convocatoria recibimos fotografías de algunos vecinos para realizar un video.

En 2018, en el micro “Rastros y Rostros de nuestra ciudad” reflexionamos sobre el Cristo Ñu Porá junto a David Avilés Aguirre y Cristian Escribano. https://ticahen.com/micro-rastros-y-rostros-de-nuestra-ciudad/

Valor Patrimonial

El Cristo cumple hoy 84 años. Es imposible separar el monumento de su entorno natural, el paisaje y las diferentes formas de relacionarnos con él a través del tiempo. Todo esto es parte del patrimonio natural cultural de nuestra ciudad.
En los últimos años el Cristo ha sufrido un gran abandono; la mayoría de las estatuas desaparecieron, salvo la que se encontraba en la fuente y que fuera restaurada por Julio Guillamondegui y luego emplazada en la explanada municipal.

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Foto cortesía Valeria Pavesio

Los antiguos jardines que menciona Antonio Dominguez han desaparecido, pero, en su lugar, hay un hermoso recorrido de árboles autóctonos con referencias.

Un vía crucis cuyos carteles están llenos de graffitis, forman parte de un recorrido que, una vez al año, obligan a la municipalidad a cortar el pasto, realizar poda y juntar la basura que se acumula constantemente, además de volver a poner una nueva capa de pintura, incluso sobre la placa que dice el nombre del artista.

Poco se sabe cuántas de las tierras del parque son públicas o privadas y los antiguos loteos siguen siendo una amenaza para el entorno y el paisaje.

El verdadero homenaje que se puede hacer es conocer nuestra historia y dar el valor patrimonial que el monumento y su entorno tienen para aplicar políticas que realmente sean de preservación y conservación.

Fuentes:
Investigación de Tica Hen para el «Día Nacional de los Monumentos»
«El Río de los Ceballos. 1583 – 1983» Page, Carlos Alberto. 2005 «La Novela de Río Ceballos» Ergueta, María Teresa. 2014