Hay muchas construcciones que por sus características arquitectónicas o su historia forman parte de nuestro patrimonio. Algunas son bien conocidas pero en otras es difícil determinar la fecha de construcción, primeros dueños y darnos una idea del entorno en el cual fueron construidas.
Río Ceballos, en sus principios, estaba poblado de ranchos que han ido desapareciendo con el tiempo y algunas pocas casas que podrían haber llegado hasta nuestros días. La arquitectura de nuestra ciudad nos muestra cómo fue cambiando no sólo el entorno sino también las relaciones sociales y es fácil entenderlo cuando podemos ver que había grandes extensiones de tierras en manos de unos pocos, casas lujosas que contrastaban con los ranchos y que se encontraban diseminadas por todas partes ya que la idea del “centro” del pueblo no estaba dibujada aún. Este análisis puede hacerse con las escrituras en conjunto con otros documentos históricos que dan cuenta de esto.
Podemos saber que muchos barrios que hoy son importantes o con gran cantidad de habitantes antes eran extensiones de tierra virgen que luego serían loteados y vendidos a diferentes personas. Probablemente, en muchos casos, no existan documentos tan detallados, pero si la suerte nos acompaña podemos tener en nuestras manos la historia de una casa, de varias y de un barrio entero.
En otros tiempos los documentos de tierras eran muy diferentes, pero gracias a ellos es que se pudo construir la historia de nuestra zona, desde las mercedes de tierras, las divisiones, compras y ventas y quiénes habitaron y poblaron este lugar.
Felipe de Soria, hijo y heredero de Juan de Soria (primer encomendero de Isquitipi) vende a Diego de las Casas una propiedad en Córdoba. Ese mismo año y a la misma persona le vende su parte de tierras que hoy es Río Ceballos.
En este caso, entonces, haremos un análisis de uno de estos documentos para comprobar porque los tenemos en cuenta como documentos históricos.
En el año 1987, la casa en cuestión era muy diferente a la que se ve hoy ya que ha tenido varios cambios a lo largo del tiempo, producto de mejoras en función de las familias que la habitaron. Estamos hablando de uno de esos casos de suerte, porque entre la documentación se encuentran los planos originales y la escritura de la venta que se hizo en 1973 que detalla características del entorno, de la construcción en sí y de los diferentes dueños que ha tenido a lo largo del tiempo.
Sabemos entonces que en 1973 se compra un terreno ubicado en la localidad de Río Ceballos de un loteo propiedad de Doña Pabla Ramos de Moyano (quien fuera hermana del Cura Ambrosio Ramos y que a la muerte de éste resultara heredera de las tierras del cementerio San Isidro que luego fue de la curia y finalmente de la Municipalidad lo que demuestra que tenía varias extensiones de tierra en varias partes de Río Ceballos) y que luego fuera heredado por Mercedes María Moyano (probablemente su hija) y posteriormente por sus cuatro hijos de los cuales tres de ellos venden a su hermana el 75% que les corresponden. Este terreno tenía una casa habitación compuesta de 4 piezas y galería, puertas de madera de cedro, todo de loza [sic] de ladrillo armado, piso de ladrillos y cemento con instalación de agua corriente y luz eléctrica. Existe, además, pero ya destruida prácticamente, otra galería y dependencias careciendo de baño que datan del año 1946. Recordemos que para ese año Río Ceballos estaba creciendo exponencialmente ya que era el lugar turístico por excelencia de las sierras de Córdoba. Comenzaban a aparecer casas por todas partes, hoteles y negocios, sin embargo, por las características de la construcción no se trataba de una casa de lujo. Se parece mucho a algunas casas de campo en donde la galería abierta era el espacio central de la vivienda.
Para 1976 y quizás sobre las ruinas de las segundas dependencias aparece construida otra parte de la casa a modo de ampliación y la galería se cierra para convertirse en otra habitación. Para el año 1987 la construcción se encuentra dividida en dos conformando dos casas que luego volverían a ser unidas. Ese mismo año la cuadra contaba con 12 casas aproximadamente de las cuales algunas son más recientes (hoy hay alrededor de 20), lo mismo pasa en las calles aledañas y en la propia Av. Sarmiento lo que nos haría pensar que esta propiedad podría tratarse de una de las primeras del barrio, aunque no podemos asegurarlo.
Es interesante lo que se puede saber por medio de estos documentos, hemos hecho un análisis de una casa cualquiera que puede pasar desapercibida pero nos sirve para tener una idea de cómo pueden ser utilizados para conocer nuestro patrimonio y nuestra historia. Y conocerlo nos lleva a cuidarlo y valorarlo, algo que es muy necesario en Río Ceballos donde pareciera haber un desinterés por nuestro patrimonio arquitectónico en algunos casos.